Paula Catalina vieira.
Marzo-2006.
Me gustaría saber realmente, que es lo que está sucediendo con nuestros espacios para el arte en Colombia. Ahora comienza el salón regional de artistas y todos sabemos cuantas buenas propuestas quedan por fuera, cuantas cosas por contar, tantos trabajo excelentes guardados en los talleres esperando a medida que envejecen en el olvido, la posibilidad de espacios que nunca terminan por abrirse y cuando lo hacen, no superan los 15 o 20 días.
No es que las propuestas que podemos ver en el regional y en otro proyectos de éste tipo, no sean buenas. Hay cosas realmente significativas para nuestro arte y nuestra cultura; pero por fuera, también. Incluso, muchas de las cosas que siempre quedan por fuera, tienen la misma y muchas veces más fuerza, para acrecentar la imagen del arte en Colombia y sensibilizar la sociedad desde otro tipo de propuestas. Es obvio que los presupuestos destinados en nuestro país para el arte son pocos, y aunque hay algunos espacios, éstos nunca bastan, porque de verdad hay artistas increíbles, que tendrían que dejar de crear y dedicarse a la gestión para crear los espacios que estamos necesitando hoy. En Colombia una persona dedicada al arte, normalmente a la hora de organizar una muestra , tiene que desgastarse tanto, tanto, resolviendo las más absurdas pequeñeces, desde el clavo en la pared y el mantenimiento de espacios que deberían estar realmente adecuados, por quienes están al cargo de ellos; que a la hora de la verdad, cosas como la limpieza de los espacios adquieren otra dimensión junto al junto a la cantidad de problemas que le toca a cada quien enfrentar en el momento de la instalación, momento en el que lo único que debería importar sería la obra en sí, y lo demás ya debería estar solucionado, con anticipación, hablando de la dimensión museística, de éste territotio, que por lo demás es mucho más amplio, de lo que estamos alcanzando a experiementar, debido a la institucionalización del mismo.
Hay mucho arte entre nosotros, que no veremos fácilmente en el museo de Antioquia , ni tampoco en el museo de arte moderno, espacios de los cuales se espera minimamente, que se hallen en las condiciones adecuadas
para el bienestar y la buena ubicación de las obras. ¿Que pasa cuando estos espacios organizan sus obras, desde los artistas de más trayectoria, haciendo que el arte joven de nuestro país aparesca como el arte de quienes caminan ya por los 50 años?, entonces donde se hallan las propuestas realmente jóvenes?, donde está quedando guardado todo nuestro arte???